Calidad integral de la vivienda, sinónimo de bienestar y vida

Luis Ávila, caficultor de Caparrapí, uno de los ámbitos de intervención del concurso académico.

La vivienda es mucho más que un espacio básico o una construcción acondicionada para que vivan personas. Además de convertirse en un sueño para muchos, es un espacio de oportunidades para tener una buena calidad de vida.

En este sentido, Compensar ha estado trabajando en torno a la calidad integral de la vivienda desde una visión cuantitativa y cualitativa, para ofrecerles a sus usuarios espacios que tengan un impacto positivo en su vida.

“Desde Compensar hemos venido haciendo una apuesta importante en términos de calidad, entendiendo la vivienda desde diferentes perspectivas: por un lado, todo lo relacionado con el diseño y la producción con características como la conexión con la ciudad, el desarrollo con su entorno y el uso de materiales sostenibles, entre otros. Por el otro lado también entendiendo la vivienda como el espacio de desarrollo de los seres humanos”, asegura Carlos Andrés Rodríguez, gerente de Subsidio y Vivienda de Compensar.

“Entonces, en la caja también hacemos un aporte importante términos de desarrollo social comunitario; es decir, la intervención que podemos hacer con las familias para que mejoren su calidad de vida”, añade Rodríguez.

Así, teniendo esa visión holística de lo que significa calidad, Compensar ha hecho varias apuestas para seguir mejorando la calidad de la vivienda, sobre todo la de interés social, porque su objetivo es tener un impacto muy significativo en sus afiliados; en este proceso, la caja de compensación ha encontrado en el Observatorio de Vivienda de la Universidad de los Andes un aliado estratégico en temas de calidad, logrando importantes resultados desde 2017, año en el que empezaron a trabajar juntos.

“Cuando empezamos a trabajar con Compensar buscábamos otro actor diferente al académico y al constructor, con quienes ya trabajábamos”, cuenta Diego Velandia, profesor asociado del departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes y director del Observatorio de Vivienda.

“Vemos en una caja de compensación que, además, por su razón de ser, su misión es buscar las mejores condiciones de bienestar a sus usuarios, y eso implica ofrecerles la mejor vivienda con la mayor calidad posible. Un gran aliado no solo para tener más espacios e interlocutores afuera de la academia, sino para hacer realidad proyectos de impacto”, añade Velandia.

Según el director, el trabajo que ha desarrollado el Observatorio con Compensar se ha enfocado en salir de su zona de confort y de esa idea básica de que vivienda es solo un espacio de protección, sino ampliar el tema y hablar de calidad integral, que tiene que ver con la construcción de comunidad. Que la vivienda sea sinónimo de productividad e ingreso económico y de cómo las familias pueden obtener su sustento y mejorar su calidad de vida.

Dos visiones, un mismo objetivo

“La alianza también surge de una mutua necesidad. Nosotros desde Compensar contamos con experiencia y años de intervención en diferentes tipos de proyectos, y la Universidad, a través del Observatorio, tiene años en reflexionar sobre cuáles son los indicadores a través de los cuales uno puede medir que una vivienda es de calidad y se conecta con su entorno; entonces, aprovechando las dos visiones, hemos hecho ejercicios conjuntos que han permitido materializar la reflexión académica en nuestros proyectos”, asegura Carlos Andrés Rodríguez.

A la conjunción de esos intereses, en la etapa inicial, se sumó Ingeurbe, constructora que hace parte del gremio, para desarrollar un concurso, dos foros y una publicación especializada, apostándole a mejorar la calidad de la vivienda.

“Este año, a raíz de la pandemia, propusimos desarrollar el concurso académico Ideas para un Hábitat Productivo de Calidad - Propuestas para la Vivienda Social -, entre varias escuelas de arquitectura de Bogotá, para que los estudiantes pudieran hacer una reflexión en torno a la calidad y proponer intervenciones”, cuenta el gerente de Subsidio y Vivienda de Compensar.

“Propusimos tres ámbitos de intervención: uno haciendo una reflexión en torno a la vivienda rural en Caparrapí, Cundinamarca; también planteamos una enfocada en una ciudad intermedia y si es posible pensar en un vecindario productivo, en Fusagasugá; y por último determinamos como vivienda urbana la localidad de San Cristóbal en Bogotá, ligado a una comunidad que ha venido mejorando su entorno gracias a la construcción del Transmicable”, dice Rodríguez.

En el concurso están trabajando ocho universidades: La Salle, Piloto, Católica, América, El Bosque, Javeriana, Nacional y los Andes; hay inscritos 79 grupos de trabajo y unos 170 estudiantes.

“Lo que más nos interesa de este concurso es vincular a las escuelas de arquitectura y facultades, a una reflexión sobre cómo estamos viendo y desarrollado los temas de vivienda rural y urbana. Según Camacol, más del 60 % de lo que se construye es vivienda; es decir, el 60 % de los egresados, de una u otra forma, van a trabajar en vivienda; por eso hay que cuestionarnos y generar espacio de mayor participación y presencia del tema de hábitat”, dice Diego Velandia.

Otra de las iniciativas en la que Compensar y la Universidad de los Andes han trabajado juntos es la Convocatoria de Proyectos Ejemplares 2021: Vivienda Urbana y Rural.

“Hubo un momento en el Observatorio que al evaluar los proyectos todos eran muy similares y era muy difícil ampliar la discusión, entonces decidimos empezar a buscar otros en Colombia y en el extranjero que propusieran temas novedosos, para encontrar los que más aportaban en términos de calidad”, confiesa Velandia, quien añade: “Eso lo seguimos haciendo con el soporte de Compensar para seguir buscando tanto proyectos urbanos como rurales. La convocatoria de este año la lanzamos hace pocos días y, además de materializar proyectos, esta iniciativa también nos permite generar una base de datos y un repositorio de buenas prácticas con cosas muy interesantes”.

Así, Compensar y la Universidad de los Andes siguen desarrollando iniciativas para seguir poniendo la calidad integral de la vivienda como un pilar de la calidad de vida de las personas. Según Carlos Andrés Rodríguez, el concurso y la convocatoria concluirán en un gran foro de vivienda social y arquitectura que organizarán a finales del año, donde participarán expositores internacionales y mostrarán los ganadores de las dos iniciativas.